Es verdad que la mayoría de las parejas prefiere casarse en primavera-verano, parece que es más fácil que el buen tiempo acompañe en esa época, que los días son más largos y apetece más estar fuera de casa. Pero creemos que los meses que tenemos por delante tienen mucho encanto y aspectos positivos. ¡A ver si estáis de acuerdo con nosotros!

Menos demanda en restaurantes, fotógrafos, catering…

Como hemos comentado, la mayoría de las parejas deciden organizar su boda en los meses que van desde abril hasta octubre, más o menos. Por lo tanto, será más fácil encontrar una fecha libre en ese restaurante que tanto os gusta, con ese fotógrafo que hace los mejores reportajes fotográficos de boda para vosotros y probablemente ningún invitado faltará porque le coincidan dos bodas en el mismo día. Podréis organizar vuestra boda en menos tiempo, con unos pocos meses será suficiente para tenerlo todo listo.

Además, y por la menor demanda en esta época, es posible que los precios sean mucho más económicos que en la temporada alta de las bodas.

Los colores del otoño-invierno

Lo que nadie seguramente podrá negar es el precioso color del paisaje en estos meses de otoño: los árboles con las hojas rojas antes de caer, o con ese toque amarillo que empieza a coger el paisaje. Y si elegís una fecha más propia del invierno, ¿te imaginas el escenario nevado? ¡Será un detalle que no olvidaréis jamás!

Imagínate también la decoración del restaurante, del lunch, del lugar donde celebres el enlace con detalles que aporten calidez: velas, hileras de bombillas, lámparas… Toques de calor para contrastar con el frío del ambiente.

Y en cuanto a las flores, colores blancos, rosas palos, naranjas y amarillos claritos en combinación con los verdes, marrones y granates van muy bien para épocas frías.

Un vestido de novia de invierno

Todas las firmas preparan para su colección vestidos diseñados para épocas más frías: con mangas largas, con complementos de abrigo, guantes… Y respecto al calzado, seguro que encontrarás los zapatos perfectos para ese día: un poco más cerrados que los de verano, hechos con materiales que te permitan tener los pies calentitos ese día.

Okalarre en invierno

Como sabéis, nuestro restaurante se encuentra en medio de un valle, y lo hemos visto nevado varias veces en los últimos años, pero os confesamos que estamos deseando celebrar una boda con el paisaje nevado… ¡Tiene que ser precioso! ¿Os gustaría ser los primeros?